domingo, 13 de diciembre de 2009

Destripamientos: The box


Aparece un extraño con la cara desfigurada en la puerta de tu casa y te dice "si aprietas este botón, alguien que no conoces morirá, pero a cambio te damos un millón de dólares". ¿Qué haces? Aprietas, claro. Que le den por saco al desconocido, que yo lo que quiero es no volver a dar un palo al agua en mi vida. Pues eso mismo hace Cameron Díaz, pulsa el botón.

El extraño de cara desfigurada resulta ser uno al que alcanzó un rayo, murió y milagrosamente volvió a la vida con "poderes" y en contacto con "seres superiores". Lo del botón es un experimento de esos "seres superiores" para ver si merece la pena exterminarnos por ser una especie malvada y peligrosa o no. No entiendo el porqué del experimento, basta con coger cualquier periódico de cualquier país del mundo cualquier día para darse cuenta de que no nos hemos extinguido de puto milagro.

Todos los que sangran por la nariz son personas "manipuladas" por el de la cara desfigurada, que le ayudan a cumplir su propósito. Al final, vuelve a reunirse con Cameron Díaz y su marido (que están hasta las pelotas de encontrarse con narices sangrantes de mirada chunga y personajes a cada cual más raro) y les dice que ha privado a su hijo de la vista y del oído. Les propone dos soluciones. Una, su hijo se queda tal como está, sordiciego, y ellos dos pueden vivir el resto de sus vidas tranquilitos con el millón de dólares. Dos, su marido la mata y, tan pronto como ella se muere, su hijo recupera esos dos sentidos. Como un hijo es un hijo y a ti te encontré en la calle, deciden que es mejor matarla a ella. Justo en el momento en que él le dispara en el corazón, en otra casa, la esposa de otro matrimonio aprieta exactamente el mismo botón.

Tras ver esta película, Nimiedades concluye: Recordad lo que os dijeron vuestras madres cuando erais pequeños y no le abráis la puerta a desconocidos ni aceptéis regalos suyos, que luego pasa lo que pasa.

Imagen: www.lafactoria.cl