lunes, 19 de enero de 2009

Destripamientos: Transporter 3.

Efectivamente, nos encontramos ante la gran flipada que esperamos ver desde un principio, el catorce contra uno, mi coche sobre dos ruedas, saltando sobre un tren, etc. Pero de eso se trata, coño, y un Transporter que no sea una gran flipada es una mierda. En ese sentido, cumple bien las expectativas.



La historia: T-Bag, que no tenía suficiente con Scofield & Co, se mete a malo medioambiental. Resulta que los malos (T-Bag y un montón de secuaces con cara de estreñidos) secuestran a la hija del Ministro ucraniano de Medio Ambiente para así obligarle a firmar unos papeles relativos a unos vertidos que se suponen malísimos de la muerte. Statham es el transportista que tiene que llevarla donde los malos digan y ambos (ucraniana y transporter) tienen puesta una pulsera que explotará si se alejan más de nosécuántos metros del coche. Se la cepilla hacia el final de la peli (cerca del coche, claro), la rescata de los malos y se la devuelve a su padre tras entregarla como era su deber profesional. Por supuesto, el padre no firma los papeles y salva a Ucrania de una catástrofe ecológica y tal. Al final, la churri se va con Statham a su retiro Marsellés. Más romántico, tú.



Tras ver esta película, Nimiedades concluye: Qué buen género y qué buenas costuras las de los trajes de Statham en estas pelis, oye.

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