jueves, 16 de octubre de 2008

Y los cazadores resultan ser dos niños que estaban jugando

Uno de los blogs sobre cine y televisión que más me gustaban era El asesino es el mayordomo, en sus comienzos, cuando contaba el final de las películas. Luego, por alguna razón decidieron traicionar la idea original y limitarse a hacer críticas de películas, con lo que empezó a parecerse a cualquier blog que habla de cine y para mí perdió todo el interés.

No sé si habrá más blogs o páginas en las que se destripen los finales de las películas, pero son absolutamente necesarios. Cuántas veces hemos aguantado una película que nos aburría, simplemente por saber quién coño era en realidad el asesino (bueno, la verdad es que más bien pocas, si aburre se le da al stop y vía), o hemos querido saber más sobre alguna película que estamos seguros de que no veremos (vale, dicho así suena absurdo, pero no he pasado de segundo de parvulitos y no sé expresarme mejor). En resumen: que si quiero saber de qué va una peli, quiero tener también la posibilidad de saber cómo termina. Porque sí. Porque si hay cientos de páginas que dicen qué estilismos de peluquería le vienen bien a un caniche, también debería haber al menos una que me diga que en Mulholland Drive todo era un sueño de la rubia, comida por los remordimientos de haber mandado asesinar a la zorra de su amante, que la dejó por otro (la hay, y tremendamente bien explicado). Por ejemplo.






Con todos ustedes, El rey de la montaña, con Leonardo Sbaraglia y María Valverde. No voy a entrar a criticar la película, para eso tenéis Google y un ciento de personas que saben más de cine que yo (o eso dicen). Yo sólo os voy a contar la peli en plan rapidito, final incluido.

Sbaraglia va conduciendo por un sitio boscoso-montañoso, se encuentra con la Valverde en una gasolinera con los baños recién visitados por el mayordomo de Vernel y echan un polvete. Valverde le roba la cartera (lo cual no es demasiado relevante para la trama, pero es la excusa perfecta para meter algo de sexo en una historia en la que es absolutamente prescindible). Se largan cada uno por su lado. Disparan al coche de Sbaraglia, atropella al que le disparaba, el coche empieza a echar humo y le deja tirado. Se encuentra de nuevo con Valverde y se van en el coche de ésta. Les vuelven a disparar. Se encuentran con una pareja de la benemérita. Los malos matan al benemérito viejo. Echan todos a correr. Balas silbando. Los malos matan al benemérito joven. Echan a correr nuevamente. Balas silbando. Siguen corriendo. Caen en una especie de fosa, Sbaraglia sale y abandona a Valverde allí dentro. Se arrepiente de su mala acción y decide que es mejor ayudar a una putilla desconocida que le ha robado la cartera y que hace que su huída sea más lenta, así que da media vuelta para ayudarla, pero es demasiado tarde. Pum, pum, Valverde muerta.

Aquí es donde viene el súper shock de la muerte: los dos que los persiguen son niños. Tía tía tía, qué súper fuerte. NIÑOS. Como te lo estoy contando. Jo tía. Dos hermanos de unos catorce o dieciséis años que no tienen ni media hostia, pero con rifles, escopetas o comoquiera que se llamen, que están jugando un juego que se llama "El rey de la montaña". Matar conejos da tres puntos, por cierto.


Sbaraglia consigue ahogar al hermano menor en un lavadero/abrevadero/algoasí. Cuando se acerca el hermano mayor, pelean suavemente, le acaricia el pelo como diciendo ay, criaturita, pero qué has hecho y de alguna manera que no me ha quedado demasiado clara, se oye pum y el chaval muere. Y Sbaraglia llora.

Vale, no me ha quedado tan corto como había pensado. Pero es lo que hay

2 comentarios:

Paria dijo...

Estoy convencido de que contar los finales de las películas es el primer paso para acabar en las salas de oncología infantil contándoles a los crios el final de la historia...Cásate conmigo plis.
Por cierto eso de contar el final me recuerda a algo que hicieron en el infame programa de Santiago segura en la sexta. Acercarse a la entrada de un cine y contar los finales de las películas que estaban en cartel...

Nym dijo...

Las proposiciones de matrimonio son los martes por la tarde, lo siento.

Lo jodido es cuando los propios actores te joden el final de la película en la promoción de ésta. Recuerdo haber oído a la Kidman en una entrevista sobre Los Otros diciendo Trata sobre el peor crimen que puede cometer una madre. Y o era que había matado a los hijos o que les obligaba a comer coliflor todos los días.