Destripamientos: The killing gene - W∆Z

Una pandilla de yonkis torturan y violan a una chica (Jane) en su casa. Le dicen que si quiere que paren, tiene que decir que maten a su madre, que vive con ella. La chica lo dice y matan a su madre.

Años después, Jane va cogiendo uno por uno a todos los miembros de la pandilla y haciéndoles algo parecido. Captura también a un ser querido de cada uno de ellos y les propone algo similar: ella dejará de torturarles cuando ellos accionen un interruptor que hará que su ser querido muera electrocutado.

Un policía maduro y una agente joven investigan el caso. El policía resulta ser pareja de uno de los de la pandilla, el negro guapete, que se supone que no participó activamente en la paliza pero la presenció desde el pasillo y no hizo nada por pararla. La policía joven descubre el rollete entre estos dos un poco más tarde que nosotros, que nos dimos cuenta en cuanto el otro le aparece al chaval en su piso con una botella de vino y lo tiene tan protegido.

La asesina deja para el final al policía y a su maromo pandillero. El policía resulta que había manipulado las pruebas del caso de Jane para hacer que su amigüito no terminara en la cárcel, así que finalmente los atrapa y les da lo suyo pero, oh, amigos, el amor de este hombre era auténtico y soportó la tortura para que no mataran a su pandillero. Al final Jane le corta el cuello por petición suya y se entrega.

¿Qué pinta la W∆Z en todo este asunto? La asesina lo grababa en la piel de los muertos que iban quedando atrás, es la ecuación Price (wΔz = Cov (w,z) = βwzVz ), cuya aplicación en este caso viene a ser más o menos que nadie se sacrifica por amor, que somos egoístas por naturaleza y si alguna vez morimos por el bien del grupo en el que nos integramos es por culpa de nuestros genes que nos obligan a hacerlo, porque estamos así programados.