Un hombre que va conduciendo su coche se queda ciego de repente. Lo ve todo blanco. Va al oculista y éste no encuentra nada extraño en sus ojos. Poco a poco, toda la población empieza a sufrir la misma ceguera y son enviados a barracones de aislamiento para tenerlos en cuarentena mientras no se averigua la causa de la epidemia. Uno de estos confinados es el oculista que atendió al primer caso, que también se quedó ciego, y su mujer, que ve pero se hace pasar por ciega para no dejarle solo.
En los pabellones de aislamiento llenos de ciegos (excepto la mujer del médico) reina el caos y los hombres tardan poco en empezar a comportarse como bestias. Asesinatos, palizas, violaciones...
Al cabo de unas semanas se dan cuenta de que los guardias que les habían puesto para que no intentaran escaparse, de gatillo fácil, ya no están. Salen fuera del recinto y se encuentran una ciudad medio muerta. Los perros se comen los cadáveres de aquellos que han fallecido, grupos de ciegos vagan por las calles buscando algo que comer...
El médico y su mujer han formado un grupito con otros cinco ciegos y se los llevan a su casa. Al cabo de un par de días, el primero que se había quedado ciego recupera la vista de nuevo.
Tras ver esta película, Nimiedades concluye: El negro viejo siempre es bueno y sabio.
Imágenes: http://www.mundocinema.com/
3 comentarios:
Nym, esta la vi en el festival de Sitges y me gustó bastante... ;-)
De las que he visto últimamente, también es la que más me ha gustado.
Pues podéis leer la novela de Saramago...¡Espera! ¿Leer? ¡Noooooo!
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